Exposición de la artista chilena Irene Domínguez.
Del 5 al 14 de octubre del 2023, Alcaldía del distrito 13, Paris
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Metro Place d’Italie.

La exposición en memoria de Irene Domínguez girará en torno a sus cuatro temas, que son el hilo conductor de su obra:

– Resistencia / Resiliencia

– La libertad de las mujeres

– El amor y la pareja

– La danza y la música

Texto: Guy de Gontaut

Irene Domínguez “Alfombra voladora”, acrílico sobre tela, 100 x 80 cm, 1992 (col. part.)

Irene Domínguez (Santiago-de-Chile 1930 – París 2018)

Irene Domínguez en su estudio de St. Ouen, 2013

Irene Domínguez nació en Santiago de Chile en 1930. Tras estudiar en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Católica y luego en la Universidad de Chile en Santiago, decidió “probar suerte en Europa” para realizar su vocación de pintora. Llegó a París en 1963, ciudad en la que “siempre había soñado estar”, atraída entre otras cosas por el país de los derechos humanos y su lema “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.

Conoció al pintor de origen cubano Wifredo Lam y a su esposa Lou Laurin, con quienes compartió una larga y leal amistad. Ellos introdujeron a Irene en el mundo del arte, y a través de ellos conoció a muchos artistas e intelectuales: los pintores del grupo Cobra, Corneille y Asger Jorn, el pintor francés Yvon Taillandier y el poeta Ghérasim Luca. En 1967, invitada por Wifredo Lam, participa en la gran exposición del Salón de Mayo en Cuba, lo que le permite conocer a numerosos artistas de ambos países. De vuelta a París, prosigue con pasión su obra pictórica, que culmina en 1969 con una exposición en la Maison de l’Amérique Latine.

Cuando Salvador Allende fue elegido presidente de Chile en 1970, decidió regresar a su país para participar en la “utopía social y humanista” de la Unidad Popular. Formó parte de la “brigada Salvador Allende” para la realización de murales, y puso sus talentos de grabadora y linograbadora al servicio de la acción cultural del gobierno. Mientras visitaba la RDA con motivo del Festival de la Juventud por la Paz, el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 sacudió Chile. Considerando demasiado arriesgado su regreso, dadas las trágicas circunstancias de Chile, decidió quedarse en Francia.

Irene Domínguez en el Atelier des Arts, 1974-1980

A partir de 1974, residió en la Cité Internationale des Arts de París hasta 1980, lo que le permitió continuar su obra de grabado interrumpida por la dictadura.

Tras un breve regreso a Chile, volvió a Francia, donde instaló su taller en Saint-Ouen en 1986 desde el que pudo expresar todo su talento como pintora.

Entre los años 80 y 2018, volvió casi regularmente a exponer en Chile.

En 2006 obtuvo la nacionalidad francesa tras 40 años de residencia en este país que la había adoptado.

Hasta su repentina muerte en 2018, fue la incansable y apasionada pintora produciendo, según sus propias estimaciones, cerca de 3000 obras a lo largo de casi 60 años.

La vida de un artista en contacto con el mundo

Irene Domínguez, sin título, detalle, técnica mixta, 2002

Entre finales de la década de 1950 y 2018, Irene produjo una obra figurativa, intensamente poética, en la que el humor y la gravedad se combinan al servicio de una imaginación inagotable. Sus pinturas están hechas principalmente con acrílico sobre tela, a menudo enriquecidas con collages y textiles recogidos de encuentros fortuitos.

También es autora de una gran variedad de grabados a partir de los años setenta, muchos de ellos coloreados según el método del artista estadounidense S.W. Hayter.

Irene Domínguez ha producido y participado en numerosas exposiciones, entre ellas un centenar personales, principalmente en Europa (Francia, Italia, Suecia, Alemania, etc.) y América Latina (Chile, Argentina). Entre las principales exposiciones destacan la del Instituto Cervantes de París en 1998, el Espace 1789 de Saint-Ouen en 2000, las retrospectivas en el Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile, o la del Château de St Ouen en 2004.

Inspirada en particular por Picasso y Chagall, su obra es, sin embargo, profundamente singular y original. En “Le Tango de ma vie”, un libro en el que relata con humor su trayectoria como mujer y artista, el filósofo Guy Petitdemange habla de Irene en estos términos: “En los cuadros de Irene Domínguez, están todos estos cuerpos. Algunos vienen. De frente. Se tambalean en su presencia, en su alegría infantil que no es ingenuidad́. Manos abiertas, brazos extendidos, ojos grandes, rodeados de mil figuraciones y variaciones del imaginario que transporta el espacio interior. Hay aquí un engendro de lo sensible, que habla de nuestros silencios y de nuestras palabras. Hay innumerables perfiles, recortados al estilo egipcio: son cuerpos en camino, sobre todo de mujeres”.

Una artista completa

Irene Domínguez, sin título, técnica mixta, 2002

Irene también era una apasionada de la danza, el teatro -antes de llegar a Francia, participó en la fundación del teatro “Ictus”- y, sobre todo, de la música. Le encantaba la ópera y también la música popular, en primer lugar el tango, que la inspiró durante toda su vida, como pintora, pero también como intérprete. Al respecto, cuando estuvo en Cadaquès en 1980, pasó una velada en casa de Dalí, con quien interpretó un gran número de tangos, de los que Dalí era un admirador entusiasta.

La vocación humanista de Irene

Irene participa en asociaciones vinculadas a actividades sociales de Francia a Chile, en relación con los agregados culturales de la embajada en París. Desde 1991, y a lo largo de unos 15 años, organizó, con la ayuda de la asociación “Amitié France – Chili”, una subasta destinada a financiar proyectos sociales en el barrio La Victoria de Santiago, operación coronada por el éxito.

Irene Domínguez, c.1970